El Llano El Llamas – Enero 2009
         
   
El pasado 15 de enero y después de 4 días de trabajo en la vertical, los escaladores Santiago Contreras y Alexander Torres regresamos a la Laguna del Avellanal, campamento base de la pared oriental del Ritacuba Blanco en la Sierra Nevada del Cocuy.
El objetivo de esta escalada consistía en buscar la ruta “El llano en Llamas” y realizar el tercer ascenso de la misma. Partimos de Suesca con solo el mito de que en esa pared, a la derecha de los techos, existe una ruta, que fue abierta por el escalador suizo Daniel Anker al parecer en el año 86 y que hace unos 8 años el escalador Arturo Saad realizó una repetición y que Julio Granados estuvo jalando unos cuantos largos en esta ruta.
   
     
   

Encontramos el pie de ruta fácilmente. No sabíamos a que nos enfrentábamos y emprendimos la aventura. Al tercer día y a la altura del octavo largo, ya diezmada la energía por la dura escalada, tomamos la decisión de cambiar nuestra ruta: Acabábamos de superar un artificial complejo y solo teníamos el siguiente día para terminar. Realizamos un travesía de 50 metros a la derecha y encontramos una escalada de 50 metros en vertical, y finalmente la arista a la cumbre.

 
             
   

Nuestro siguiente amanecer fue observando el llano en llamas desde las cuerdas fijas, escalamos en nieve y roca y de pronto sonó el reloj: 12:00 am, la hora pactada para emprender el regreso al piso. Pero… nos hacía falta la cumbre…, hablamos por la radio y desde el campo base nos animan, “les faltan solo 50 metros!” Decidimos escalar una hora más. Finalmente, terminamos en una arista de nieve blanda, “tenebrosa” y sin saber que hacer… Afortunadamente sonó el reloj y sin mucho tiempo que perder emprendimos el descenso, un vistazo a la cumbre que sobresalía unos 25 metros por encima nuestro y de esta manera empezó el momento más delicado: bajar.

   
             
   
   
             
         
   
A las 6 de la tarde y después de muchos dolores de cabeza con las cuerdas, finalmente paramos en nuestro vivac donde esperamos al día siguiente para continuar nuestro descenso y regresar al campo base a descansar, agradecer por nuestra suerte y reconfortarnos en nuestras carpas.