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El viaje lo empezamos a planear mi hermano y yo con más de un año de anticipación. Después de superar varios inconvenientes y tareas bastante jartas, como sacar la visa de Grecia, empezamos el viaje. Pasamos un día por Nueva York para recogerequipo que compramos por Internet, y a recoger ropa contra el frió, pues por no mirar bien, fuimos en época de invierno. Después de una semana de viaje y múltiples escalas, llegamos a un pueblito griego llamado Kalampaka. Nuestro hotel fue bastante bueno, económico, y lo que estábamos buscando (Hotel Rex). Lo más difícil fue conseguir la guía de escalada, pues por alguna razón,nadie la conoce, y los que la conocen no hablan ingles. El escalador local Kostas Liolios fue el que no ayudó, nos recomendó rutas, nos dio fotocopias de su guía.
Yo nunca había visto algo tan impresionante como esas rocas. No lo digo desde el punto de vista de un escalador, sino desde el punto de vista de cualquier persona. Son monolitos enormes, muchos de ellos, y la forma en la que intimidan es algo fuera de lo común. Finalmente empezamos a escalar y debo decirles que, el primer día, lo más duro no fue ni siquiera la escalada de más de 240 metros, sino el frió producido por vientos con temperaturas de 3 grados. Era chistoso perder la sensibilidad en las manos, pues uno se agarraba de algo y como no lo sentía, pues uno no sabía si era, o no era, un buen agarre. Todo salió bien y como esta ruta hicimos dos más (protegidas de los vientos).
Me gustaría contarles el ascenso artificial a un monolito de 50 metros que creo fue lo más duro que he hecho en mi vida. Yo lo punteé, y el problema es que yo soy un colombiano delgado de 1.7 metros de altura, y esa ruta fue bolteada por alemanes de 2 metros de altura que tenían escalerillas. Yo saltaba… me apoyaba en cordinos y saltaba sólo a poner la chapa, para luego saltar a cojerla y chapear. Después de 2 horas llegué a la punta y aseguré a mi hermano. A él le tocó hacerlo todo a fuerza, porque cada vez que pedía tensión la cuerda elongaba y él terminaba 1 metro más abajo, entonces le tocó hacerlo sin tensión saltando de chapa en chapa.
Fue la mejor experiencia de mi vida y se lo recomiendo a todos (en primavera es mejor jajaja).
Textos y fotos: atn.Nicolás Naranjo |
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